viernes, 17 de mayo de 2013

Bullying


Bullying


¿Qué es el bullyin?
El Bullying es el maltrato físico y/o psicológico deliberado y constante que recibe un niño por parte de otro u otros, que se comportan con él cruelmente con el objetivo de someterlo y asustarlo. El bullying implica una repetición continuada de las burlas o las agresiones y puede provocar la exclusión social de la víctima.


VIOLENCIA VERBAL

  • Insultos.
  • Gritos.
  • Chistes ofensivos.
  • Amenazas.
  • La violencia verbal puede ser indirecta y estar dirigida a familiares u amigos con el fin de perjudicar a la víctima.

VIOLENCIA FÍSICA

  • Agresiones.
  • Abusos.
  • Abusos sexuales.
  • Agobiar a otras personas.
  • Bromas físicas.
  • Coaccionar.
  • Obligar a otros a hacer cosas desagradables.
  • Arrojar cosas.

VIOLENCIA PSICOLÓGICA

  • Humillar, excluir, aislar, silenciar, intimidación, miradas amenazadoras.
  • Escribir cosas insultantes en las paredes, pasillos o sanitarios.
  • Enviar sms y mms ofensivos, mensajes negativos en chats (los cuales pueden ser anónimos).
  • E-mails o llamadas telefónicas (amenazantes, ridiculizantes, intimidantes).
  • Robos (distintas pertenencias con el fin de pedir dinero)
  • Daño de objetos personales.

    ¿Como trata el bullying?


    ¿Qué puedes hacer?

    Trata de no estar solo, especialmente en los sitios en los que no hayan adultos (descansos, sanitarios, vestidores…).
    Trata de evitar al agresor, cuando estés cerca de él/ella no le mires a los ojos, no te asustes, no te acobardes, piensa en tu seguridad por encima de todo

    ¿Has pensado que tus chistes son inofensivos, o has tratado de usar la agresividad para ser el líder de un grupo?
    Algunas veces puedes ser tú un agresor sin saberlo.
    Si tú eres uno de esos que molesta a los demás, ¿Qué puedes hacer para sentirte mejor y evitar meterte en problemas?
    La respuesta es la asertividad, tienes que aprender a controlar tu ira y expresar tus opiniones de manera calmada y sin ofender a otros.

    ¿Tienes comportamiento agresivo?

    • Si alguien hace que te enfades por lo que él/ella hacen, hazles saber esto y trata de buscar una solución conjuntamente. Si alguien hace que te enfades por lo que él o ella son, tú no tienes el derecho a pedirles que cambien. Si no puedes manejar tu ira, intenta evitarlo/a.
    • En vez de explotar, cálmate y cuenta hasta diez.
    • Piensa en alguna alternativa que te ayude a superar la agresividad, en lugar de amenazar, insultar, criticar, humillar, abusar, etc. intenta expresarte calmadamente y de manera abierta, da a conocer tus opiniones (cualquiera que sean) sin ofender a nadie.


La psicología de la persona que utiliza el bullying

Agresores del Bullying

Aquellos que practican el Bullying contra sus colegas pueden llevar para

la vida adulta un comportamiento anti-social, adoptando actitudes agresivas en el seno de la familia o en el ambiente de trabajo.

Estudios realizados en diversos países, señalan la posibilidad de que los autores de Bullying en la época escolar, mas tarde pueden verse envueltos en actos de delincuencia o criminales. Aunque el acosador escolar no tiene por qué padecer ninguna enfermedad mental o trastorno de la personalidad grave, presenta normalmente algún tipo de parapsicología.

Fundamentalmente, presenta ausencia de empatia y algún tipo de distorsión cognitiva. La carencia de empatia explica su incapacidad para ponerse en el lugar del acosado y ser insensible al sufrimiento de este.
 
La presencia de distorsiones cognitivas tienen que ver con el hecho de que su interpretación de la realidad suele eludir la evidencia de los hechos y suele comportar una delegación de responsabilidades en otras personas. Así, normalmente responsabiliza de su acción acosadora a la víctima, que le habría molestado o desafiado previamente, con lo que no refleja ningún tipo de remordimiento respecto de su conducta.
 
La psicología actual, por otra parte, identifica en los acosadores escolares la existencia probable de una educación familiar permisiva que les puede haber llevado a no interiorizar suficientemente bien el principio de realidad: los derechos de uno deben armonizarse con los de los demás. La consecuencia es la dificultad para ponerse en el lugar del otro por una carencia de altruismo vinculada a un ego que crece a costa de los demás, meros instrumentos a su servicio, y que tiene un umbral de frustración muy bajo. Algunos autores denominan a este tipo de niño como niño tirano.

 
Características de los agresores del Bullying
 
Los agresores suelen venir de una situación social negativa, siendo muchas veces rechazados por parte de sus compañeros aunque siempre tienen un grupo de seguidores. 
Tienen tendencia al uso de la fuerza y a la violencia, baja tolerancia, frustraciones, malas relaciones con los adultos, mal rendimiento escolar, tienen una gran autoestima, y una ausencia de una relación cálida y segura con los progenitores. Quienes ejercen el Bullying lo hace para imponer su poder sobre el otro logrando con ello tenerlo bajo su completo dominio a lo largo de meses e incluso años.

El niño o varios de ellos, comúnmente en grupo, constantemente tienen actitudes agresivas y amenazantes sin motivo alguno contra otro u otros niños. Es o son provocativos, cualquier cosa es para ellos motivo de burlas.

Su forma de resolver conflictos es por medio de la agresión. No es nada empático, es decir no se pone en el lugar del otro. Los alumnos agresores pueden ser futuros maltratadores y delincuentes si no reciben con urgencia la ayuda que necesitan. La justificación de sus actos en base a toda la hostilidad acumulada "contra el mundo" y a los modelos sociales que promocionan estas conductas, se alía con la sensación inmediata de poderío que produce el hecho de "someter a alguien a tus caprichos y necesidades". 
 
Los mecanismos que determinan el Bullying no son muy distintos a los que subyacen a otros tipos de maltrato porque, aunque lo denominamos “intimidación entre iguales", la realidad es que se da una situación de desigualdad; el agresor siempre mide las fuerzas de su presa, fuerza física o psicológica, al igual que lo hace el maltratador doméstico cuando elige su pareja, futura víctima, o el jefe sádico cuando contrata a sus subalternos. 
 
Trabajar este tema tiene una importancia extraordinaria precisamente como prevención de estos graves problemas sociales pues, además de terminar con estas situaciones puntuales de abuso, aprovechamos para abundar en el trabajo de las relaciones (presión de grupo, acertividad), valores (tolerancia, justicia y solidaridad), importantes aspectos de educación emocional (control de impulsos y expresión de sentimientos) y resolución de conflictos, lo cual resulta muy educativo para todos. 

 
Tipos de agresores
 
     Agresores activos  
 
Son los que inician y dirigen la agresión. Lizbeth Flores, especialista en maltrato infantil del INP, dijo: 
 
“El 30% de la población de México se catalogó como víctima o como agresor, también un dato importante que encontramos es que la mayor parte de las agresiones se llevan a cabo en el aula”.
 
Las agresiones psicológicas son la principal forma de acoso escolar. Esto se debe a que el Bully escoge a los compañeros con alguna debilidad o diferencia. Ser inteligente, usar lentes, la timidez o tener alguna otra de este tipo es suficientes para convertirse en víctima. Pero el Bully no actúa solo, es líder de un grupo que decide a quién se puede o no molestar y hasta qué grado. Sin el grupo, no podría ejercer su poder. Paloma Cobo, coautora del libro Bullying en México dijo:
 
“Hay un grupo que sigue al Bully, que es lo que nosotros llamamos testigos y que juegan un papel muy importante, porque son finalmente los que le van a dar el reconocimiento que necesita el Bully.”

Estos testigos cada vez tienen un papel más activo en los maltratos, ya no simplemente se burlan del compañero agredido, sino que también forman redes de maltrato, principalmente exhibiendo sus actos por internet por medio del acoso virtual o Cyber-Bullying.

Aquí, las agresiones pueden llegar a niveles muy elevados de violencia, no sólo física, sino verbal. Es una paradoja, pero por lo general, el agresor suele tener más debilidades que a quienes agrede. Generalmente el Bully se relaciona con el género masculino. Sin embargo, estudios realizados por la Secretaría de Educación Pública (SEP) sugieren que esta práctica se está ampliando entre las mujeres. 

 
     Agresores pasivos  
 
Son los que les siguen y animan, aunque en menor grado. 3 de 10 estudiantes de educación básica en México viven con un temor diariamente, pero no es a la muerte, inseguridad o algún secuestro. 
 
Es miedo de ingresar por estas puertas de lunes a viernes. Sin embargo, no les preocupa reprobar un examen o fallar en clases. Su temor es a vivir otro día más, enfrentando la violencia a la que son sometidos por un "Bully", compañero de clase que mantiene algún tipo de maltrato sobre él. Paloma Cobo expresó lo siguiente:
 
“Creo que el Bullying ha existido siempre, es lo que antes llamábamos el típico gandaya, el que abusaba del otro, el que le robaba el lunch, el que empujaba, y crecimos con la idea de que así es y hay que aguantarse.”

 
Motivos del agresor para hacer Bullying
 
Según los expertos, un niño puede ser autor de Bullying cuando solo espera y quiere que hagan siempre su voluntad, cuando le gusta probar la sensación de poder, cuando no se siente bien o no disfruta con otros niños, si sufre intimidaciones o algún tipo de abuso en casa, en la escuela o en la familia, cuando es frecuentemente humillado por los adultos, o cuando vive bajo constante presión para que tenga éxito en sus actividades.

Psicología del adolescente


Utilizaremos el término adolescencia para referirnos a la etapa de la vida que abarca aproximadamente entre los 10 y 20 años (aunque no es la edad cronológica el criterio fundamental para determinar el inicio y término de ella). Se trata de una etapa que se caracteriza por rápidos y significativos cambios en el joven, lo cual determina una situación típica: alteración de la personalidad y dificultad en la interrelación con los adultos; todo esto ha contribuido a la visión comúnmente difundida de esta etapa como crítica o caótica. Para una mejor comprensión de la variedad de cambios que se presentan a lo largo de este período, se ha acordado dividirla en 3 subetapas que representan los momentos más significativos de todo este proceso de transformaciones. Ellas son:
  • Prepubertad
  • Pubertad
  • Adolescencia

I.- Prepubertad (10 a 12 años aproximadamente)

En esta subetapa es donde comienzan a apreciarse los primeros y quizá más bruscos cambios en la constitución física y en la personalidad del joven. Las manifestaciones conductuales típicas son: cambios bruscos en el ánimo, irritabilidad, hipersensibilidad y bipolaridad entre introversión y extroversión; en términos generales, una personalidad que se muestra desintegrada e inestable. Lo que hace más llamativos los cambios de esta etapa es precisamente el contraste con la etapa anterior (edad escolar) en que la personalidad del niño y su configuración física son muy estables y predecibles. Analizaremos estas transformaciones en las principales áreas en que ellas se presentan:

Área Biológica

Comienza un aumento paulatino de los niveles hormonales lo que va influyendo en el crecimiento físico y desarrollo de caracteres sexuales secundarios (barba, vello púbico, mamas). Se produce un significativo aumento de la talla, muy superior a lo experimentado por el (la) joven previamente, lo que va acompañado de otros signos característicos: crecimiento acelerado de las extremidades, ensanchamiento de las facciones, acné, etc. Estos cambios físicos acelerados contribuyen a una imagen personal cambiante e inestable y muchas veces a un físico poco agraciado e incluso a incoordinación motora (crecimiento desproporcionado), todo lo cual suele crear problemas de autoimagen negativa, las que se incrementan cuando se presenta algún retraso en la aparición de estos rasgos. Todos estos cambios son percibidos por el (la) joven, quien va experimentando sentimientos en relación a ellos, los que se manifiestan en las otras áreas que analizaremos.

Área afectiva

Se produce una acentuación general de los impulsos que no están muy definidos, los que se traducen en una excitabilidad difusa (irritabilidad, cambio de ánimo, hipersensibilidad). Tiende a disminuir la vitalidad propia de la edad escolar, presentándose momentos de actividad alternados con momentos de pasividad e introversión. Uno de los sentimientos característicos en esta etapa es el de ser incomprendido, lo cual se relaciona con una percepción de no ser niño ni joven; es común el aburrimiento y el no saber que hacer, ya que los intereses de la etapa anterior ya no están vigentes y los de la nueva son aún nacientes. El impulso sexual por su parte, emerge y comienza a diferenciarse del resto de la vida psicológica, pero aún no hay conciencia de él por lo cual se traduce, también en este plano, en una excitación difusa que influye en las variaciones del ánimo.

Área Social

Se produce un quiebre en las relaciones interpersonales en las diferentes áreas (familia, amistades). Comienza a enfatizarse el afán de independencia que marca conflictos en las relaciones con los padres, ya que esto también oscila entre arranques de independencia y actuaciones infantiles que requieren protección y dependencia. Esta última también es buscada debido a la inseguridad básica experimentada a raíz de los múltiples cambios, lo que marca una intensificación de las manifestaciones de obstinación. Muchas veces se desestructuran los anteriores grupos de amistades a causa del cambio de intereses o se estructuran nuevos, con fines o metas difusas (ej. juntarse para molestar o descalificar a otros grupos). Se aprecia una tendencia al antagonismo entre los sexos, constituyéndose grupos más bien unisexuados.

Área cognitiva

Comienza a surgir una nueva modalidad de pensamiento que permite al joven trascender del nivel más primario que maneja en la edad escolar. Esta nueva modalidad se denomina pensamiento hipotético. Por ser una modalidad naciente, ella se presenta en forma oscilante (como casi todos los rasgos del prepúber), fluctuando entre momentos de razonamiento hipotético-deductivo y otros de razonamiento anterior.

viernes, 3 de mayo de 2013

La importancia de los padres en el proceso


Durante mucho tiempo, el hombre a tratado de definir y aclarar un ideal de desarrollo, un ideal de madurez, visto en sus inicios como el cambio y la evolución física a la cual posteriormente se le anexarían otras cualidades y habilidades.
Surgen así diferentes conceptos y teorías que tratan de englobar las características de un ser humano funcionando óptimamente, el cual no sólo poseía destrezas físicas, sino también destrezas en otros niveles, que le permitirían vivir en sociedad y funcionar efectivamente en ella. Es así como surgen los conceptos de madurez e inteligencia emocional, partiendo de los modelos postulados, en un inicio por el humanismo renacentista, cuyo concepto de madurez se hallaba firmemente representado por una personalidad moderada, respetuosa, auto controlada  modesta, sabia y libre de avaricia y afán de prestigio.
Posterior a ello, surge el concepto de autorrealización, el cual parte del presupuesto de que el hombre lleva en su interior una inspiración a dirigirse hacia significados, valores y metas y a traspasar de este modo las fronteras existentes, lo cual equivale a una máxima realización de las potencialidades únicas e irrepetibles de la persona (Maslow, 1983)
Con el paso del tiempo y el incremento de la s investigaciones en un afán por aclarar estos conceptos, surgen teorías más elaboradas como la de Steiner (1998), quien señala que la educación emocional y por la tanto, la madurez emocional, están conformadas por 3 capacidades:
- La capacidad para comprender las emociones.
- La capacidad para expresarlas de una manera productiva y
- La capacidad para escuchar a los demás y sentir empatía respecto de sus emociones.
Estas 3 capacidades juntas, nos permiten mejorar nuestro desarrollo personal y calidad de vida conjuntamente con la manera de relacionarnos con otros, además crean posibilidades afectivas entre personas, hacen más cooperativo el trabajo y facilitan el sentimiento de comunidad.

Sin embargo, hoy en día es más probable encontrarnos con personas que sean en extremos sensibles y vulnerables o por el contrario, bastante rígidas e incluso hasta inflexibles, en el caso de las últimas, todo este esmero por evitar expresar y sentir emociones, podría tener su inicio en la infancia, cuando frente a situaciones dolorosas como el desinterés de nuestros padres, las burlas escolares y diversas tensiones emocionales, en los cuales se niega el afecto necesitado y sólo se proporciona para manipular nuestro comportamiento, en el cual se nos concede si somos "buenos" y se nos retira si somos "malos". Lo que nos va condicionando silenciosamente para ocultar lo que sentimos y deseamos.